Volvemos de Truro

En primer lugar dicen que "es de bien nacidos ser agradecidos" así que de nuevo Muchas gracias familia por los buenos días que nos habéis hecho pasar.

Truro y sus alrededores representan en buena medida el tópico inglés en múltiples facetas: la campiña inglesa, los pueblecitos costeros de enormes playas y acantilados, la lluvia, la flema inglesa, los buenos modales, las casitas de piedra, las vacas pastando (y demás fauna típica) etc.
Nunca hubiera imaginado que de la imagen a la realidad el paso fuera tan corto.

Vimos (llevados por nuestros "guías": Maite y Arturo) numerosos pueblecitos de los alrededores, restos de castillos, casas palaciegas, granjas y hasta las míticas Stonehenge:Complejo ceremonial formado por restos de grandes bloques de piedra patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Sin embargo, además de ver numerosos lugares curiosos e interesantes, éste viaje ha tenido el aliciente añadido de poder acercarnos un poco a la vida cotidiana de los lugareños de la zona, sus colegios, horario, modo de vida y costumbres. (Además de pasar buenos y familiares ratos).

Me dejó asombrada el sistema educativo inglés por el que se puede llenar un salón de actos completo de niños en total silencio y orden, el cómo potencian sus actitudes artísticas o el equipamiento de sus clases.
También, envidié terriblemente el sereno SILENCIO de sus noches, algo absolutamente imposible de lo que poder disfrutar aquí.Lo enormemente prácticos que son allí (venden todo lo que no utilizan o ya les sobra) y el sentido de solidaridad entre la gente que no ve raro la colaboración como modo de desarrollo y avance de una sociedad (también es cierto que es una zona rural pero yo he vivido en pueblos en donde el individualismo se hace patente tanto o más que en las ciudades).
Constatamos, además, que muchas cosas de allí (a pesar de la fama de cara que tiene Inglaterra) son tanto o más económicas que en España: cierta tecnología, productos de primera necesidad, papelería o libros.

En cuanto a los peros (que pocos pero alguno que otro hay) no paró apenas de llover en todo el día eso sí, al modo inglés : para, sale el sol, vuelve a llover, vuelve a parar etc.
Numerosas carreteras eran nacionales, sin arcenes y excesivamente estrechas. Fue la única infraestructura que consideramos mejorada en España respecto a las de allí.
También me pareció más incómoda la necesidad de transporte privado para poder desplazarte a todos sitios.

Por lo demás ¡ ha sido un viaje taaaannn Lovely!