



¡Hay que ver lo que puede dar de sí una tela comprada al peso en el Ikea!.
Llevaba tiempo con ganas de hacerme un estuchito de poco peso para meter los cuatro bolígrafos y lápices imprescindibles, y como aún me quedaba un retal desde la funda del bolso y algo de esponja acolchada me hice éste.
El tomatito fue un regalo que no sabía dónde colocar al que ya le he encontrado su sitio.
Cuando me lo vió David no esperó a pedirme otro aún más pequeño y claro, no podía negarle el capricho.
Pareja unida = estuches a juego :).
3 comentarios:
Que chulos sois y vais. Bes
TE he conocido a través de la Muka...me encanta lo que haces!!
David es un envidiosillo jajaja
Publicar un comentario