




Cuando creí que no le podía sacar más partido a la (famosa ya) tela del Ikea he rizado el rizo porque encontré un retalito perdido y como siempre (y especialmente con el baño) estoy dándole vueltas para soluciones baratas y rápidas pensé en que los retales podían servir para tapar la infinidad de frascos, botes y demás acumulados en los estantes.
Pues lo dicho, ahí tenéis el antes y el después.
En cuanto a los motivos dibujados que veis en detalle, se me ocurrió aunar dos grandes placeres de la vida (por lo menos para mí): el baño y la comida.
5 comentarios:
La repisa te ha quedado estupenda, pero el chiste de la pizarrita...me ha dado que pensar.¡Cuidado con Polonia!y no tomeis tanta cultura.
Chulisimo,me lo imagino con el resto del baño que también es muy peculiar. besos
¿y la pizarrita? ¿donde esta?
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