Viaje a China II

No puedo cerrar el capítulo del viaje a China sin hacer alusión a la parte personal del viaje. Inicié el viaje algo ajena a éste ya que no participé en su organización sobrepasada por las malditas opos. Lo empecé desencantada, como el que va a cerrar un trámite, sin muchas ganas y algo recelosa por las posibles incomodidades de un viaje largo y "movido". De hecho en 15 días estuvimos en Shanghai, Zhouzhuang, Hangzhou, Beijing, Xian y de nuevo Shanghai (con expo universal incluida). Cogimos un vuelo y dos noches de tren además de viajar en furgonetas, metro, bus, taxis, bicicleta y por supuesto "a pata".
Pero me he llevado varias gratas sorpresas, la primera es comprobar como mi cuerpo ha respondido mucho mejor de lo que yo esperaba a tanta paliza, sesiones de sueño de 4 horas, caminatas con mochila a cuestas, visitas, comidas extrañas y picantes y más marcha y cerveza de la que he tenido en el último año (consecuencia de tener como compañeros de viaje a desaprensivos veinteañeros :)) la segunda es la de disfrutar de nuevo de cómo mi alma se llena de buenos sentimientos tras bastante tiempo de desasosiegos y la última, el poder haber disfrutado de vivir experiencias con tanta gente y tan variada, haber conocido gente de todo el mundo y sobre todo la de haber tenido unos compañeros de viaje tan estupendos.

Así que, evidentemente gracias a David, mi compañero, pero también muchas gracias a Alex, Marcos y Jose por haberme hecho sentir tan a gusto y haberme hecho reír tanto (lo necesitaba tanto) no podría haber tenido mejores compañeros de viaje. También gracias a Carlos por su ayuda como guía y anfitrión en Shanghai (menuda vista de la "perla de oriente" nos regaló desde la terraza del bar).

Así que mujeres del mundo,un consejo, si os ofertan un viaje al otro lado del mundo con cuatro especímenes masculinos ¡no lo dudéis! aceptar enseguida ¡no os arrepentiréis!